Franziskanerkirche - Franciscan Church

La iglesia franciscana con su esbelto campanario es parte indispensable del paisaje urbano de Salzburgo. Estructuralmente, se compone de dos partes: la original basílica de nave romana con bóveda de nervios y, adyacente, un coro gótico tardío delicadamente articulado con bóveda de estrellas.

Contrastes marcantes

La historia de la iglesia franciscana se remonta, al igual que la del Dom de Salzburgo, a los primeros tiempos del cristianismo en Salzburgo. Ambas casas de culto están marcadas por sus fuertes contrastes: por un lado, el Dom, la dominante iglesia barroca del obispo, y por otro, la iglesia franciscana, una esbelta iglesia gótica de los ciudadanos. El Dom, una edificación de representación religiosa, y la iglesia franciscana, un lugar de recogimiento silencioso.

Historia de la construcción

La iglesia franciscana es probablemente incluso más antigua que el Dom. Su construcción se atribuye a San Virgil y, como casi todas las iglesias de Salzburgo, también ha sido afectada por incendios. Con su reconstrucción a comienzos del siglo XII, la emergente burguesía de Salzburgo estableció un signo, que fue aún más reforzado a principios del siglo XV. La burguesía segura de sí misma pudo permitirse renovar la iglesia. La obra maestra arquitectónica es el magnífico coro de la iglesia, que crea ese impactante contraste de luz y oscuridad que hace que la iglesia franciscana sea tan especial.

Los tesoros en el interior

El altar mayor diseñado por Fischer von Erlach en 1709/1710 contiene una Madonna con niño de Michael Pacher. A lo largo de los años, los arzobispos regentes han realizado cambios arquitectónicos en la iglesia franciscana; por ejemplo, Wolf Dietrich creó un pasillo de conexión con la residencia. En el interior de la iglesia se presentan nueve capillas, de las cuales cuatro son arzobispales.

Experiencia iglesia: La mano del asilo

La iglesia franciscana no solo reúne estilos desde el románico hasta la actualidad, sino que también posee detalles impresionantes. Así, por ejemplo, la gran campana de María es un "secundario" en las representaciones veraniegas de Jedermann en la plaza del Dom. Y en la parte inferior derecha del portal de entrada se encuentra la llamada mano de asilo. Quien la tocaba, podía entrar en la iglesia, independientemente de si era culpable o no.